Wednesday, September 30, 2009

Yo no quiero la amnistía para los presos cubanos.

Ayer tuve el disgusto de escuchar una entrevista al nuevo títere castrista para la propaganda exterior a quien las Naciones Unidas llama con eufemismo Canciller: Bruno Rodríguez Parrilla. Con una sonrisa angelical y tras repetir una lista de demandas más larga que la carta de un niño a Santa Claus de acuerdo con el guión aprendido, afirmó que en Cuba, los llamados presos políticos son simples delincuentes que han violado las leyes establecidas.

Tiene razón el señor Rodríguez. La “legalidad socialista” condiciona el derecho a la libertad de pensamiento y expresión al sometimiento irrestricto al régimen. Es un precepto constitucional apoyado por otras leyes: el Código Penal (ley 62) , la ley mordaza (ley 88), etc. ¡Todo un cuerpo legal para respaldar las violaciones a los Derechos Humanos y Ciudadanos!

¿A quién le importa que el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 reclame el derecho a la libertad de expresión y opinión? ¿O que la Constitución cubana de 1940 lo recoja en su artículo 33° ¿O que el Pacto de San José de Costa Rica en 1969 lo consagre en su artículo 13°? De acuerdo con estos documentos las decenas de opositores y periodistas independientes tras las rejas cubanas cuyos rostros puedes ver aquí, sólo han ejercido sus derechos más elementales. Sólo el surrealismo cubano puede considerar delictivo expresar una opinión y codificarlo en el artículo 108 del Código Penal como Propaganda enemiga:

- Incurre en sanción de privación de libertad de uno a ocho años el que: a) incite contra el orden social, la solidaridad internacional o el Estado Socialista, mediante la propaganda oral o escrita o en cualquier otra forma; b) Confeccione, distribuya o posea propaganda del carácter mencionada en el inciso anterior.


- El que difunda noticias falsas o predicciones maliciosas tendientes a causar alarma o descontento en la población, o desorden público, incurre en sanción de privación de libertad de uno a cuatro años.


- Si, para la ejecución de los hechos previstos en los apartados anteriores, se utilizan medios de difusión masiva, la sanción es la privación de libertad de siete a quince años.


- El que permita la utilización de los medios de difusión masiva a que se refiere el apartado anterior incurre en sanción de privación de uno de cuatro años.

Esos que suplican plañideramente al régimen una amnistía para los presos políticos como acto de buena voluntad son los mismos que escucho continuamente pidiendo que levanten el embargo a Cuba mientras se afilan los dientes ante la posibilidad de comerciar con el régimen. ¿Amnistía? ¿Qué delito han cometido? ¿Qué ganamos con un gracioso gesto de buena voluntad liberadora de hombres inocentes si quedan las leyes para que nuevos cubanos vayan a la cárcel?

Que un ciudadano común pueda ser procesado por expresar sus opiniones es una infamia sólo superada por la conducta servil de abogados, jueces y legos para quienes “delito imputado” es sinónimo de “delito probado”. Cubanos cuya misión de impartir justicia se limita a solicitar, imponer y ratificar las sanciones desmedidas para compatriotas inocentes para luego, con la conciencia tranquila por el deber cumplido irse a dormir plácidamente o desgañitarse en alguna plaza pidiendo la liberación de los cinco espías juzgados y condenados en Estados Unidos.

Siento vergüenza por esos abogados genuflexos que no han encontrado el valor para levantar la voz. Y asco por los que piden a gritos el levantamiento del embargo pero no denuncian las atrocidades legales de ese régimen. A esos cómplices del atropello les recuerdo las palabras de Martí: “Ver en calma un crimen es cometerlo”.

Por eso, yo no pido amnistía. Pido la derogacion de estas leyes violadoras de todos los principios aceptados por la comunidad internacional y, sobre todo, exijo la libertad, inmediata e incondicional, para mis hermanos encarcelados por ejercer sus derechos.

1 comment:

  1. De acuerdo contigo, amnistia para que?, para que continuen las leyes como están y otros cientos terminen en la cárcel por diferir.

    Lo que le exijo al gobierno cubano es el respeto a la libertad de expresión, de asociación, de prensa, económica y la instauración de una democracia donde quepamos y participemos todos. El respeto a las liberdates individuales y cívicas, en definitiva democracia y libertad.

    Mis felicitaciones al Proyecto Civico Cubano.

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